La preeminencia del amor
Si yo hablase Lenguas
Humanas y Angélicas, y no tengo Amor, vengo de un servicio de Como metálica Que
Resuena, o címbalo Que rétine.
Y si tuviese
Profecía, y entendiese Todos los misterios y Toda Ciencia, y si tuviese Toda la
fe, de tal Manera Que trasladase los montes, y no tengo Amor, nada soy.
Y si repartiese Todos
mis bienes para dar de comer a los Pobres, y si entregase mi Cuerpo para
servicio quemado, y no tengo Amor, de nada me SIRVE.
El amor es sufrido,
es benigno; el amor NO TIENE envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece
sí;
no HACE nada
indebido, no Busca lo Suyo, No Se irritación, no guarda rencor;
No Se Goza de la
injusticia, mas sí Goza de la Verdad.
Todo lo Sufre, Todo
lo cree, Todo lo Espera, Todo lo Soporta.
El amor Nunca deja de
servicios; Pero las Profecías sí acabarán, y cesarán las Lenguas, y la Ciencia
Acabara.
Porqué en instancia
de parte conocemos, y en instancia de parte profetizamos;
de Cuando yo era
niño, hablaba de Como niño, pensaba Como niño, juzgaba Como niño; mas CUANDO ya
fui hombre, Deje Lo Que era de niño.
Ahora VEMOS porción
espejo, oscuramente; mas 'entonces' Veremos Cara a Cara. Ahora Conozco en
parte; Pero 'entonces' conoceré Como fui Conocido.
SANTÍSIMA VIRGEN DEL VALLE
Postrado
humildemente a tus pies,
¡oh Virgen Santísima del Valle!
vengo, a pesar de mi indignidad,
a elegirte por Madre, abogada y protectora,
ante Jesús, tu Hijo divino,
para amarte, honrarte y servirte fielmente
todos los días de mi vida.
¡oh Virgen Santísima del Valle!
vengo, a pesar de mi indignidad,
a elegirte por Madre, abogada y protectora,
ante Jesús, tu Hijo divino,
para amarte, honrarte y servirte fielmente
todos los días de mi vida.
Alcánzame
de Jesús
un vivo horror al pecado;
la gracia de vivir y morir
en la fe más viva,
en la esperanza más firme,
en la caridad más ardiente y generosa.
un vivo horror al pecado;
la gracia de vivir y morir
en la fe más viva,
en la esperanza más firme,
en la caridad más ardiente y generosa.
¡Oh
Virgen del Valle!
Dame el consuelo
de que en la hora de mi muerte,
entregue mi alma en tus manos,
y sea conducido por ti
a la gloriosa inmortalidad.
Dame el consuelo
de que en la hora de mi muerte,
entregue mi alma en tus manos,
y sea conducido por ti
a la gloriosa inmortalidad.
Amén
Gracias Santísima Virgen del Valle... Mil Gracias...
VIRGEN DE COROMOTO
Oración de S.S.
Juan Pablo II a Nuestra Señora de Coromoto
Guanare, 10 de febrero de 1996
Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo
venezolano. En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y
sufrimientos de todos tus hijos. Implora sobre los Obispos y Presbíteros los
dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean
infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y
necesitados. Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega
total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en
sus trabajos y necesidades. Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos,
comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y
la evangelización de la cultura, sean auténticos apóstoles en el Tercer
Milenio. Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas
Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde
se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna. Ayuda a los católicos a
ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia
salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza. Reina y Madre
Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que
trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y
sociales cristianos. Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas, para que,
con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad
del Espíritu Santo.
Amén.GRACIAS VIRGEN DE COROMOTO. MIL GRACIAS.
VIRGEN DE LAS MERCEDES
Santísima Virgen de la Mercedes,
representante de María Madre de Dios y por esta augusta cualidad digna de los
más profundos
respetos de los ángeles y de los hombres; soy como uno de vuestros
hijos y aunque lo sabéis, señora, os confieso que desde mi
tierna infancia os he tenido como Madre, abogada y patrona mía desde
entonces me habéis mirado y guiado de vuestra mano e
intercesión y me han venido todas las gracias menos ésta que hoy te
imploro como vuestro homenaje y mi protección. Sé que sois
poderosa para con vuestro precioso hijo, por ello imploro vuestro
socorro para mi deseo y juro seros fiel durante el curso de mi
vida. Recibid mis humildes plegarias y continuad vuestra misericordiosa
obra de gloria por los siglos de los siglos, amén.
GRACIAS SANTÍSIMA VIRGEN DE LAS MERCEDES
SANTÍSIMA CRUZ DE MAYO
OH Dios omnipotente, que sufriste en la cruz la muerte para redimirnos de nuestros pecados…
¡OH Santa cruz de Jesucristo! ten piedad de mí
¡OH Santa cruz de Jesucristo! sé mi verdadera luz
¡OH Santa cruz de Jesucristo! sé mi esperanza
¡OH Santa cruz de Jesucristo! aleja de mi toda arma cortante
¡OH Santa cruz de Jesucristo! derrama en mi alma el bien
¡OH Santa cruz de Jesucristo! aleja de mí todo mal,
¡OH Santa cruz de Jesucristo! hazme entrar en el camino de salvación
¡OH Santa cruz de Jesucristo! aleja de mi todo temor a la muerte
¡OH Santa cruz de Jesucristo! presérvame de todos los accidentes temporales y corporales para que pueda adorarte siempre, así como a Jesús Nazareno a quien imploro para que tenga piedad de mí.
Has que el espíritu malo visible o invisible huya de mí por los siglos de los siglos amén.
En honor de la preciosa sangre de Jesucristo y de su penosa muerte, en honor de su resurrección y encarnación divina por medio de la cual puede conducirnos a la vida eterna…
Que así como es cierto que Jesucristo nació en navidad, que haya sido crucificado en viernes santo, que José y Nicodemus hayan quitado a Jesús de la cruz, y que Jesucristo subió al cielo que así se digne a librarme de los ataques de mis enemigos tanto visibles como invisibles desde hoy y por todos los sufrimientos, y que mi temor a ellos se convierta en virtud, que la omnipotencia del Padre se digne cubrirme con la sabiduría del Espíritu Santo, dígnate a conducirme y conducir mi alma a la vida eterna, amén.
GRACIAS SANTÍSIMA CRUZ DE MAYO
ENSEÑANDO VALORES
El valor de la humildad
ayuda a las personas a contener la necesidad de decir o hacer gala de sus
virtudes a los demás. Una personas que vive la humildad hace el esfuerzo de
escuchar y de aceptar a todos.
Cuando más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene el significado de mil palabras agradables.
Cuando más aceptamos, más se obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene el significado de mil palabras agradables.
Humildad
es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos, desde el cuerpo
hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar estos recursos
de forma valiente y benevolente.
Ser humild
e es dejar hacer y dejar ser, si
aprendemos a eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas,
intelectuales y emocionales de los demás. Por tanto, el signo de la grandeza es
la humildad. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible
y adaptable. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el
corazón de los demás.El éxito en el servicio a los demás proviene de la humildad; cuanto más humildes, mayores logros obtendremos. No puede haber beneficio para el mundo sin la humildad.
Una persona humilde puede adaptarse a todos los ambientes, por
negativos que éstos sean; nunca dirán “no era mi intención decirlo”, según la
actitud, las palabras reflejarán eso, entonces debemos cuidar nuestras palabras
para no lastimar sin desearlo. Cuando expresemos una opinión debemos hacerlo
con el corazón y mente abierta para aceptar las particularidades, la fortaleza
y la sensibilidad de uno mismo y de los demás.
Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos
cosas en nuestra propia persona que no nos gustan,
capacidades que no estamos aprovechando o cualidades que no estamos
desarrollando. Lo importante es aceptar la situación e intentar luchar por
superarse día a día.Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos